Pedro Martí
Es una persona común, al menos así lo cree, que vio la luz por primera vez en Albacete un 7 de febrero de 1988. Su infancia transcurrió entre patadas a la pelota, videojuegos, libros y bocadillos de atún en Almansa, un encantador pueblo reconocido por sus zapatos.
A los dieciocho años, decidió emprender la aventura y se trasladó para estudiar Magisterio en la UCLM, en el campus de Albacete. Sin tener una vocación clara ni particular, optó por especializarse en la enseñanza del inglés, en una curiosa vuelta del destino.
Con el paso de los años, ya sea por accidente o porque el destino le tiene reservado cierto aprecio, descubrió que disfruta enormemente enseñando y compartiendo tiempo con los más pequeños en la escuela. Desde los veinticinco años, se esfuerza por enseñarles algunas palabras en la lengua de Shakespeare.