Santiago Tarín

Santiago Tarín

Nacido en Barcelona en 1959 y licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona, Santiago Tarín es escritor y periodista; e hijo, hermano, sobrino y cuñado de periodistas. Ha trabajado en Radio Nacional, Radio Barcelona-Cadena SER, Agencia Efe y los diarios Ya y La Vanguardia, medios en los que ha cubierto temas tan diversos como campañas electorales, política local, atentados terroristas, crónica judicial y de sucesos, visita del Papa, las actividades del crimen organizado en España, la corrupción política, el asesinato del obispo Ellacuría en El Salvador o la guerra de Pablo Escobar y los cárteles de la droga contra el Estado colombiano.

Durante veintiún años fue profesor del máster de periodismo que imparten conjuntamente las universidades Central de Barcelona y Columbia de Nueva York. Durante diez años fue miembro del Equipo de Investigación de La Vanguardia y ha colaborado en medios como TV3, Com Radio, RAC1 o Historia y Vida; también ha sido jurado del premio Ciutat de Barcelona en su vertiente de historia y asesoró la serie de TV3 La zona fosca.

Es autor de los libros Barcelona, en rosa y negro (2002), Viaje por las mentiras de la historia universal (2007) y En el tsunami catalán (2020).

Los crímenes de los pasos perdidos

Vengo a contarles un puñado de historias que no salen en los libros de texto, pero que forman parte de nuestra memoria colectiva. No son mis memorias, pero son memoria y contribuyen a explicar un tiempo, una ciudad y un país. Escriben la contraportada de los relatos históricos, las narraciones de la vida cotidiana en su vertiente más oscura y, al mismo tiempo, nos cuentan cómo éramos, qué vicios teníamos o cómo nos divertíamos. Son la otra cara de una misma moneda.

Les contaré historias de desalmados, de gente sin conciencia, de delincuentes desaparecidos y de truhanes de otras épocas. Algunos están pintados en el blanco y negro, otros ya se definen en color; hay entre ellos personajes peculiares, estafadores poetas, fotógrafos que captaron la esencia de la marginalidad o pillos propios de las mejores comedias.

Entre esta fauna despiadada también hay criminales que lo fueron por azar o por la desdicha de unos momentos inclementes. En ellos anidó la desesperación, la incomprensión, la tristeza, la rabia o el desarraigo.

A algunos los veremos con compasión. Las historias de todos ellos se guardan en un desván invisible, el que tiene el salón de los pasos perdidos de los tribunales de justicia.